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TIPS
Alimentación del bebé
Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por enfermedad).
Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más
Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
Cuidados del bebe!
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Cuanto más pequeños son, más se sobresaltan si nos acercamos precipitadamente, sin previo aviso. Primero hay que mantener contacto visual y hablarles. Luego, colocando una mano debajo de la cabeza y otra bajo el tronco, les levantamos con suavidad. No son tan frágiles como parecen, así que cojámosles con suavidad pero con firmeza
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Uno de los puntos más delicados de los bebés son las nalgas. Por lo tanto, conviene cambiar su pañal a menudo y así evitar que se irriten. Aunque los modernos superpañales los mantienen secos durante largas horas, el calorcillo húmedo en la zona de la barriga no es nada bueno para la piel
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Antes de poner un nuevo pañal, hay que limpiarle con suavidad y secarle muy bien, procurando que no quede nada de humedad entre los pliegues
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Para asearle, en principio bastaría con el agua tibia. Si usamos jabón, que sea neutro. Los polvos de talco están desaconsejados: podría inhalarlos
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Al bañarle, hay que cerrar primero el grifo del agua caliente y después el de la fría. Así, evitamos que si el grifo gotea, le caigan gotas de agua muy caliente
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Las uñas de los bebés crecen muy rápido. El mejor momento para cortárselas es cuando duermen profundamente. Debemos usar unas tijeras especiales para bebés, con punta roma (redonda).
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En los primeros meses es normal que el pequeño tenga las manos y los pies fríos. Pero si la piel a la altura de los omóplatos o la tripa está caliente y seca, significa que no tiene frío.
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Durante los primeros meses la cabecita del niño necesita apoyo. Cuando le tengamos en brazos, hay que sostenerla en todo momento con suavidad pero con firmeza. Los recién nacidos se asustan mucho cuando se les cae hacia un lado o hacia atrás.